viernes, 28 de agosto de 2009

simpatía por el vampiro

Me dí cuenta que tengo una obsesión por la sangre humana. Su aroma, su color, su consistencia líquida y demás factores. Me dí cuenta que mientras veo a mi marido dormir me tientan las ganas de cortarlo y chuparle la herida, de dejar que luego el contenido se seque en entre mis labios y saborearlo con la lengua.
Me dí cuenta que amo verlo respirar, y en algunas ocasiones, imagino el momento en el que deje de hacerlo, el momento en el que su corazón deje de latir, y su cara comience a ponerse pálida, morada, se hinche.
Mataría por besar sus labios fríos, y cortar su piel dura.
Me dí cuenta que me están obsecionando las historias de vampiros y ultratumba, y en ese mismo momento llegué a pensar que me estoy volviendo paranoica, y obsesiva, y obsesiva, y obsesiva.

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