miércoles, 28 de octubre de 2009

Herencia.

Así como durante toda nuestra existencia es ley conocer a algún Carlos, Matías, Elizabeth y demases nombres tan comunes, también tenemos en nuestra infancia animales con nombres pelotudos al estilo: chichito, pepu, blanqui, coli, tobi, bla bla bla. Sin dejar de lado a cuantos peces habremos matado, y a cuantos conejos le habran dado ataques al corazón por el tan solo hecho de que nosotros seamos sus dueños.
Por eso nunca quedamos exentos de tener familias típicas, siempre vamos a tener familiares que estén separados peleando indiscutiblemente la tenencia del pobre pequeño el cual no entiende como se aparean sus mascotas, mucho menos los adultos, mucho menos entenderán porque "mamá" y "papá" ahora van a vivir en casa separadas, y porque "mamá" y "papá" ahora hacen ruiditos en la cama con personas diferentes, y no me estoy refiriendo a una conferencia de pedos en vivo y en directo, sino a "hacer el amor" o como mierda lo llamen hoy en día.
Siempre vamos a tener cerca algún familiar gay que nos cague las reuniones en grupo, porque desde el momento que un gay pisa nuestra familia, en los asados ya no nos vamos a poder dirigir hacia nadie como "Qué puto de mierda" o "No hagas eso porque es de puto".
Vamos a tener dos clases de borrachos, el borracho "violento" al cual le vamos a estar escondiendo cuanta bebida se nos cruce por el camino, de lo contrario terminaríamos con la tan famosa muerte de la botella: en la zanja y con el culo roto. La otra clase de borrachín es la que más nos simpatiza y hasta alegra nuestras tardes/noches, aunque a eso también debería sumarle, mañana/mediodía y madrugada, ya que el borracho de ley se pone en pedo las 25 horas al día. Pero como quería explicar, éste último es mi preferido, es el que se toma unos vinos con soda durante la comida, habla algunas pelotudeces varias y se acuesta a dormir hasta que se le pase la resaca. Luego lo vamos a ver regresar con su musculosita blanca de algodón y una aureola de transpiración bajo sus sobacos.
No olvidemos al guarango que no tiene respeto por nada, va a estar hablando de tu hermana como si vos no estuvieras ahí, haciendo chistes como:
-"Che vos tenes problemas de hígado?
-"No"
-"Bueno, entonces vení y chupame un huevo".

No hay comentarios:

Publicar un comentario